De mi, del Perú y de otros demonios

De mi, del Perú y de otros demonios


¿Como soy? Que trabajo mas tedioso por que uno nunca termina por conocerse completamente, siempre salgo con algo nuevo que finalmente me sorprende, y sinceramente creo que nada de especial debo tener. Por otro lado saber como soy implica reconocer lo malo y lo bueno que tiene uno y eso no me agrada nada. ¡Por donde empiezo!, ¡que dilema!. Empecemos pues; no me meto con nadie y no por cobarde, suelo conversar largas horas y muchas de esas conversaciones son de trivialidades; me preocupo demasiado por todo, pero suelo olvidarme de mi mismo; sueño con cosas grandes, pero me aterra el futuro; soy sentimental, pero me cuesta demostrarlo; me encanta leer quizás por que nunca aprendí a cantar; amo mucho, pero me enamoro poco; lloro poco, pero sonrió mucho; en fin me encanta la vida y me asusta la muerte.

¿Cómo es mi vida? Primeramente no nací en cuna de oro, ni en pesebre, tengo la misma vida de millones de peruanos que tratan de sobrevivir en esta jungla llamada Perú, excepto unos cuantos que se la llevan fácil. Buscas trabajo, no lo encuentras, pateas latas por meses, te creas tu propio trabajo y no te dejan tranquilo. Estudias y trabajas por que no hay más opción solo así podrás ayudar y ayudarte, el sueño y el cansancio te vencen, aguanta un poquito mas cholito ¡tu puedes! ¡se fuerte!. No seas maricón. Al fin saliste del trabajo, de vuelta a casa agotado, deprisa a hacer la tarea de mañana; tomate un café, échate agua al rostro, pégate las mejillas. ¡Despierta!. ¿Es difícil verdad? Pero caballero tienes que ser hábil compadrito o bay-bay, ya fuiste. Pero alégrate tampoco es tan malo - no hay que ser llorones- tiene lo suyo este país, solo mira su gente que a pesar de estar tan mal no les importa; tenemos tantas cosas de que sentirnos orgullosos, aunque nada de eso lo hemos hecho nosotros; podemos decirle al país hermano que somos mejores, que el pizco es nuestro ¡“jojolete” es nuestro!; que somos ricos aunque nuestro bolsillo diga lo contrario y el hambre nos lo recuerde. Pero que importa todo lo malo y lo bueno, llego la noche y con ella un Perú bohemio y vaya que es bohemio, donde la oscuridad oculta historias, amores de una noche, cuentos profanos, sueños realizados -aunque sea por una noche- y en esta soledad nocturna, un peruano como yo escapa de la realidad y suspira: ¡que hermosa quimera!; por que nada nos cuesta soñar y soñar nos da esperanza y nos ayuda a soportar la tormenta un segundo mas. Pero como cada día ya amaneció, el sol me da en el rostro y ahora a volver a lo mismo, a trabajar en algo que no nos gusta, a soportar al jefe, a tragarnos el orgullo por unos cuantos reales, pero no hay opción, tampoco el trabajo abunda y dentro de mi un diablillo me recuerda -necesitas el dinero, de ti dependen dos personas-, entonces a respirar profundo y mirar la vida con optimismo, ¡levántate de la cama!, vístete, lávate el rostro –esta fría el agua – toma tus cosas, no importa el desayuno, coge un pan, -que mas da- mientras mi diablillo me repite una y otra ves en la mente: ¡si se puede! ¡si se puede! ¡si se puede!... mira a tus mujeres a los ojos, dales un beso para tener fuerzas, mira la hora ¡apúrate, llegaras tarde! y continua, sigue para adelante; ¡total!... ya vendrán días mejores, ¡total!... ya llegara la noche.




Por: Jean Carlos Paredes Osco